Al alquilar una vivienda, tanto el propietario como el inquilino tienen obligaciones fiscales específicas en relación a los impuestos asociados al contrato de arrendamiento. Es importante conocer cuáles son estas obligaciones y cómo afectan a ambas partes.
Impuestos que debe pagar el propietario
El propietario está obligado a declarar las rentas obtenidas por el alquiler de su vivienda en su declaración de la renta. Para ello, debe incluir estos ingresos en el apartado de rendimientos del capital inmobiliario. Además, debe pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y la tasa de basuras, que son responsabilidad del dueño de la propiedad.
Otro impuesto que puede afectar al propietario es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) o el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), dependiendo de si se trata de un alquiler de vivienda habitual o no. En el primer caso, el ITP varía según la comunidad autónoma, mientras que en el segundo, el IVA se sitúa actualmente en el 10%.
Impuestos que debe pagar el inquilino
Por su parte, el inquilino debe abonar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD) derivados del alquiler, que varían en función de la comunidad autónoma en la que se encuentre la vivienda. Además, debe pagar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) si el alquiler es para fines empresariales.
Asimismo, el inquilino debe retener un 19% del precio total del alquiler en concepto de pago a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del propietario. Esta retención se puede reducir en algunos casos específicos, como por ejemplo, si el contrato de arrendamiento se suscribe para fines de vivienda habitual.
Otras obligaciones fiscales
Ambas partes tienen una serie de obligaciones fiscales adicionales. El propietario debe emitir y entregar facturas, así como conservar todos los documentos relacionados con el alquiler durante un periodo de cuatro años. Por otro lado, el inquilino tiene que presentar una declaración de la renta para deducir el alquiler en su condición de residente fiscal. Además, debe pagar sus impuestos personales, como el IRPF o el Impuesto de Patrimonio, de manera separada.
En resumen, es fundamental conocer las obligaciones fiscales relacionadas con el alquiler de una vivienda tanto para el propietario como para el inquilino. Para ello, es recomendable solicitar asesoramiento profesional u obtener información detallada en los organismos correspondientes de cada comunidad autónoma.